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08 noviembre, 2013

La sed que no se sacia | Thirst that is not satisfied


Llevo zurcido con silencios rotos
un botón de amargura en el ojal
del viernes en la piel de mi camisa.
Tengo en mis sienes una hoja verde
carcomida por larvas amarillas,
un pájaro, un aljibe, una tormenta,
una piedra de un río que agoniza,
una fruta mordida, un pentagrama,
la luna en un zurrón, un trébol muerto.

No sé cómo llegaron estas cosas
a llenar el abismo entre mis manos,
ni sé por qué designio inescrutable
esa amalgama de mi vida gris
se convirtió en el pan de mi tristeza.

Y bebo como un surco del sudor
de la tierra, del agua, del rocío,
del verbo, del dolor trocado en lágrima,
del fondo de las cosas, de mí mismo;
mas todo es como un éter que se esfuma
y aunque todo lo pueda nada tengo,
y aunque todo lo tenga ─¡qué misterio!─
¡esta bendita sed nunca se sacia!




Elhi Delsue
08.11.2013

3 comentarios:

  1. Besos sin cordura



    Cercándote mis brazos te beso sin cordura
    urgencias de mi boca vertiente conjurada,
    en noches con la luna de nácar amparada
    cascadas de caricias latir de mi bravura.

    Tu boca me responde deshojas sin censura
    tus besos con premura, soy flor almibarada
    sedienta de tu cuerpo delicia fulgurada;
    volvamos a querernos con truenos de locura.

    Dorados resplandores del alba son ardores,
    inquietos despertamos oímos campanadas
    alegres nos reímos corremos sin pudores,

    desnudos nos amamos con ansias retomadas,
    arena nuestros cuerpos del mar somos fragores,
    volcánicos sonidos lamentan madrugadas.


    Matilde Maisonnave



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  2. No lo sabré jamás…

    Soy tan sólo una quimera
    para aquél pobre que quiera
    arrimarse a mis pupilas,
    a mis párpados y ojeras.
    Ya vencida me recuesto
    en alguna tontería
    para olvidar la alegría
    dueña de añejos tiempos.
    De belleza iba vestida
    así transcurría la vida.
    Sin dar cuentas el reloj
    siguió su marcha traviesa,
    me dejó sin esperanza
    doblegada en mi tristeza,
    murió aquella guerrera
    doblegada en el dolor
    lacerante; castigada…
    ¿Por qué? No lo sabré jamás.





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  3. Hola Elhi, aquí mirando tu página tan desierta como mi vida. Ya soy abuela de 7 nietos. He editado dos libros: Mariposas en el volcán y Antología poética donde he puesto todo lo escrito sobre poesía clásica y dos creaciones propias: Soneto Artizano y Soneto Amalino, aprobados por José Luis Blázquez. Ya está en marcha mi tercer libro de poesía japonesa, la cual aprendí en Asociación secreta del Haijín.
    Espero te encuentres bien mi querido amigo, mi único amigo. Me iré antes que tú y espero me recuerdes algún día. Te abrazo con todo cariño desde mi bosque primaveral. ¡Besos y felicitaciones por todos tus logros!

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