El ovillejo es una estrofa formada por diez versos de arte menor. Se compone de tres pareados octosílabos alternados con versos quebrados (tetrasílabos o trisílabos), y de una redondilla octosílaba que sigue la rima del último pareado. El último verso de la composición recoge los tres quebrados anteriores. Su estructura es, pues, la siguiente: aabbcccddc, con rima consonante.
Los primeros ovillejos conocidos son los escritos por Miguel de Cervantes, tres de ellos en el capítulo XXVII de El Quijote. Su uso se reduce posteriormente, aunque, además de recordarse los del Siglo de Oro, se escriben en el Neoclasicismo, Romanticismo (un ejemplo son los del Tenorio, de Zorrilla) y Modernismo. Unamuno escribió ovillejos sustituyendo los octosílabos por endecasílabos.
El poeta de origen argentino, Jorge Busch, es creador de una innovación semántica y estilística del ovillejo: la ovinanza. A este respecto, nos comparte la siguiente anécdota: «Yo nunca había compuesto un ovillejo -lo que me daba un poco de complejo-. Los ovillejos de Cervantes tienen la estructura, en los 6 primeros versos, de Pregunta, Respuesta, Pregunta, Respuesta... Se me ocurrió entonces que las preguntas podían ser del que trataba de adivinar, y las respuestas del que daba pistas para la adivinanza... Así surgió mi primer ovillejo, que luego fue ovinanza.»
-¿Será que no se detiene?
-Va y viene.
-¿Lo que semejante sea?
-Marea.
-¿Acaso algo nuevo ocurre?
-Aburre:
mientras la arena transcurre
cuenta los granos que pasan
solo los roces lo atrasan.
Va y viene, marea, aburre.
(El péndulo, Jorge Busch)
04.02.2012 --
(Siguiendo el rumbo de Jorge Busch)
Tiene en su casco y petral
metal;
es su oscuro corazón
carbón
y su piel suave y ligera
madera.
Elegante cual palmera,
de los folios compañero,
universal y pionero:
metal, carbón y madera...
(El lápiz, Elhi Delsue)
19.02.2012--
Cuento la anécdota: yo nunca había compuesto un ovillejo -lo que me daba un poco de complejo-. Los ovillejos de Cervantes tienen la estructura, en los 6 primeros versos,
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arquiton