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16 diciembre, 2012

Silencio | Silences

SILENCIOS
(Variante de soneto inglés ABBA CDDC EFFE GG)

«El silencio es fecundo»
Pietro Metastasio (Escritor y poeta italiano)

Hay silencios que son como campanas
trepando la atalaya del destino,
silencios que acarician lo divino
con manos maternales y artesanas.

Hay silencios de timbres abisales,
silencios que seducen la razón,
que nos nutren el alma, el corazón,
que son como la luz en los umbrales.

Silencios que nos pueblan, que musitan
con voz de caracola en florescencia,
mueven el diapasón de la conciencia
y al cáliz de la noche nos invitan.

Amo el silencio de mi triste cuna,
silencio y soledad son mi fortuna...





16.12.2012

16 noviembre, 2012

Cementerio de poemas | Poems Cemetery



Con un lirio de muerte en las pupilas,
tan ignotos y pálidos y tristes,
algunos con los ojos entreabiertos
y sus manos cruzadas sobre el pecho;
así, como dormidos e impasibles...
¡Qué bonitos se ven nuestros poemas!
Es este cementerio el que me aterra,
con sus nichos sombríos y sus lápidas
mostrando sus horrendos epitafios:
"Aquí yace el intento de una octava,
un ovillejo con los pies descalzos,
un serventesio que perdió el oído".
Al fondo, puedo ver las grandes fosas
donde están las sextinas mutiladas,
las rimas, los vocablos más "profundos",
las odas, las baladas, los romances,
la insulsez de un puñado de adjetivos
y los despojos de una lira rota.
¡Ay, qué pena me dan estos difuntos
que no pudieron alcanzar la cima
de la belleza y todo su esplendor
y se quedaron con sus sueños truncos
para nutrir la tierra con sus huesos!
Su efímera misión fue burilar
el blanco diamantino de los mármoles:
"Descanse en paz este soneto infame"
"Cubra Dios con su gloria esta espinela
que soñó convertirse un día en glosa".
Se me nublan los ojos entre lágrimas
al ver la inmensa acrópolis de letras
donde duermen los versos de las Musas.
¡Cuántos poetas estarán ahora
urdiendo en sus miserias y dolores,
recogiendo del suelo algunas flores
para alegrar la tumba de sus Hijos!



16.11.2012

08 noviembre, 2012

No trates de entender esta tristeza | Don't try to understand this sadness



NO TRATES DE ENTENDER ESTA TRISTEZA
(Dedicado a la poeta ecuatoriana Ana Cevallos Carrión)


No trates de entender esta tristeza…
Hace tiempo que estoy desnudo y solo,
de pie, frente a esta piedra bautismal
que lapida mi carne con sus aguas.
Déjame presentirte en la distancia,
en la oquedad desierta de mis manos,
en el humo, en el vino, en la palabra,
en la fuerza soberbia y colosal
del tiempo desgranándose en mis sienes.
Quédate en el follaje
de las rosas perfectas,
en el blando perfume de la hierba
y en el terco peciolo de las hojas
que ya muertas se niegan a caer.

No quieras comprender esta tristeza
que llena mi costado
con aserrín de luna,
amalgama de lágrimas
y jirones de espera.
Déjame descubrirte en la alborada,
jugando en el columpio de las horas
y haciendo malabares de ternura.
Quédate en el aliento
de la verde mañana
que a mi lado respira,
ebria de luz y encantos
y escucha la armoniosa escolanía
de querubes que cantan sus maitines
y entibian con sus voces mi nostalgia.

No trates de entender esta tristeza
que dormita en el fondo
de todas mis visiones,
en el pan de la mesa, en mi guitarra,
en la canción aquella y en los ojos
mordaces y profundos de mi rabia.

No trates de entender esta tristeza
de cara sucia y limpio corazón,
como aquellas raíces esenciales
que alimentan los hijos de la tierra…
Que mi tristeza es mía, así la quiero
con todos sus lunares, imperfecta,
flexible y desatenta, imprevisible,
mineral y salina, tan humana,
tan de los dos... tan nuestra…




08.11.2012

31 octubre, 2012

De sueños inconclusos | About unfinished dreams

"El futuro tiene muchos nombres:
para los débiles es lo inalcanzable;
para los temerosos, lo desconocido;
para los valientes es la oportunidad."

(Victor Hugo, Poeta y escritor francés)



DE SUEÑOS INCONCLUSOS...
(Dedicado a todos aquellos que van detrás de un sueño)

Se despertó temprano,
un amargo café tiñó su estómago
mientras el verso transmutaba en pan.
Fue escaso el alimento,
luego sintió el epílogo de octubre
sobre las hojas muertas de sus libros,
pesadas como un áncora de dudas,
como el remordimiento y la desidia,
como un Cristo astillándose en el pecho.
Eran solo las cinco
y noviembre asomaba en su mirada;
sus sueños inconclusos
eran piedras blanquísimas
en el fondo de un río
que cada vez más hondo,
más túrbido y difícil se tornaba.
Con las alas quebradas, su futuro
vistió con la mortaja del presente
y la Rueca del Hado dio su giro
ineludible hoy, mañana incierto…






31.10.2012

27 octubre, 2012

Oda de un soldado a la luna | Poem from a soldier to the moon



Al paladar del cielo te sujeta
un ingrávido hilo de misterio...
Fulges desde tu trono, formidable,
derramando en lo eterno
tus pupilas argénteas
y lamiendo las llagas insanables
de una paz moribunda.
De mortandad y sangre se ha teñido
tu plateada saya; tus rodillas
hincáronse en los fosos y trincheras
donde la guerra hendió
su horrenda dentellada
de muerte y de miseria.
Fusiles y metrallas
escarban las entrañas de este averno,
mientras tú, como madre bondadosa,
dos denarios de plata luminosa
pones sobre los ojos
de tus hijos caídos.
¡Cuántos cánticos!, ¡Cuántas alabanzas!
nacerán esta noche de los labios
de soldados que en medio del fragor
maldecirán sus balas
para hacerse poetas
y buscarán el cálido sustento
de tus manos de pan y de cebolla
apaciguando el hambre de la tierra…





27.10.2012

19 octubre, 2012

La quimera del corazón | Heart's Chimera




Brilla la luna inmensa. Su aureola
baña con sus reflejos nuestro lecho...
La noche es en el mástil de mi pecho
negro pendón que en la quietud tremola.

En el vientre de luz de una farola,
el corazón, de tedio ya deshecho,
con su incólume sueño insatisfecho
sufre mientras el alma se acrisola.

Ya no agita su sangre, ya no espera,
la rueda de su noria es un desierto,
una barca que zarpa sin un puerto,
una flor que en el fuego se incinera.

Quiere morir ─no sabe que está muerto─
en el profundo mar de su quimera.






19.10.2012

13 octubre, 2012

La estrella | The star


Hay un hilo delgado que separa
y hermana la verdad con la mentira,
una cuerda intangible de la lira
cuyo sonido a nada se equipara.

Hay una estrella encinta, ¡quién la hallara!,
por ella el corazón late y suspira,
es fuego que al poeta siempre inspira,
una tea encendida en su almenara.

Señor, cómo quisiera que esta noche
pudieras con tus manos de alfarero
esculpir mi penumbra y mi pobreza.

Que cada verso inspiración derroche
y repose en el fondo del tintero
¡el diamante inmortal de la Belleza!


13.10.2012

02 octubre, 2012

Carta de Bolívar a Fanny du Villars | Letter from Bolívar to Fanny du Villars


Según las investigaciones del historiador venezolano Jorge Mier Hoffman, entre los manuscritos atribuidos a Bolívar, está una de las más hermosas cartas que alguien haya escrito, cuya destinataria era su lejana prima Fanny Du Villars. Dicha misiva es ardorosamente encantadora, llena de ternura y galanura, de un donoso estilo cargado de romanticismo.

Permítanme entonces, hacerle llegar esta carta antológica, que ha sido ya declarada como apócrifa, como testimonio preclaro del mejor epistolado, ahora en versos endecasílabos.

Tomado del blog del Prof. Enmanuel González, «La historia amena»
http://emplugones.blogspot.com/2011/04/bolivar-don-juanesco.html
y del libro «LA CARTA QUE CAMBIARÁ LA HISTORIA», del escritor venezolano Jorge Mier Hoffman.




CARTA DE BOLÍVAR
A FANNY DU VILLARS

(Paráfrasis libre en endecasílabos silvestres de una epístola apócrifa del Libertador)

Querida prima...
¿Te extrañará que piense aún en ti
encontrándome al borde del sepulcro?...

Ya la última aurora me ha llegado; 
tengo al frente el Caribe azul y plata,
agitado lo mismo que mi alma
por profundas y grandes tempestades.
A mi espalda, se alza el gigantesco
macizo de la sierra con sus picos
viejos y coronados por la nieve
de impoluto color de mis ensueños.
Por sobre mí, el cielo más radiante
de la América. ¡Oh, cuánta belleza
hay en su indescriptible sinfonía!
¡Qué derroche de luz y de colores!
Y tú sigues conmigo cuando todos 
me abandonan; tú siempre estás conmigo
en los débiles pulsos de la vida
y en el postrer fulgor de la conciencia.

Adiós, Fanny. Esta carta que está llena 
de signos vacilantes hoy la escribe
la misma mano que estrechó la tuya
en las horas de amor y de esperanza,
aquélla victoriosa que encendiera
el relámpago en todos los cañones
de Boyacá, Pichincha y Carabobo;
la que firmó el Decreto de Trujillo
y el célebre Discurso de Angostura.

Probablemente no la reconozcas: 
tampoco yo la reconocería,
si la muerte no hubiera señalado
con su dedo infinito y despiadado,
la realidad de este supremo instante.
Si muerto hubiera yo sobre los campos
de batalla enfrentando al enemigo,
te daría mis glorias, las que vi
a tu lado soñando enamorado
en los lampos de un sol primaveral.

Pero muero, proscrito y miserable, 
detestado por todos los que un día
gozaron mis favores. Muero víctima
de este inmenso dolor que no se sacia
y, presa de infinitas amarguras,
en recuerdo te dejo mis tristezas
y estas lágrimas vivas que jamás
cayeron de las fuentes de mis ojos.

¿No es digna de tu gloria tal ofrenda?
Estuviste con mi alma en el peligro,
conmigo presidiste los Consejos
de Gobierno, mis triunfos fueron tuyos,
mis reveses, mi amor, mi pensamiento
y el dolor de mi pena y mi final.

En las noches, al pie del Magdalena 
vi mil veces la góndola de Byron
recorrer los canales de Venecia;
iban en ella grandes hermosuras,
pero no estabas tú, porque flotabas
en las mansas corrientes de mi alma
mecida por las níveas castidades.

Al tiempo de los grandes desengaños, 
al tiempo de las íntimas congojas,
apareces enfrente de mis ojos
moribundos portando los hechizos
que da la juventud y la fortuna;
me miras y en tus ojos arde el fuego
de volcanes; me hablas y en tu voz
escucho los clarines inmortales
de Ayacucho, Junín y Bomboná.

Adiós, Fanny, ya todo ha terminado: 
Juventud, ilusiones y alegrías
se hunden en la nada, sólo quedas
tú como una ilusión angelical,
apoderándote del infinito.
  
Me tocó la misión de ser relámpago: 
rasgar solo un instante la tiniebla,
fulgurar levemente en el abismo
y tornar a perderme en el vacío.
Bolívar.

Santa Marta, 6 de diciembre de 1830.

02.10.2012

24 agosto, 2012

Ojos de piedad | Eyes of pity


"No puede hallarse poesía en ningún lado cuando no se lleva dentro".
(Joseph Joubert. Moralista y ensayista francés)


Las aves ya no trinan en tu ausencia,
llora el turpial, se enluta el arrendajo,
no se inmuta la palma con la brisa
y de nimbos el cielo se aborrasca.
No cubre la mañana el arestín,
el manantial no riega los moriches
ni nutre con sus aguas sus raíces;
se desgrana el dorado araguaney,
lividece la tez de las cayenas
y el múrice sutil de las violetas.

El paisaje es un tríptico de grises
donde duerme latente la belleza
y el bálsamo oloroso del mastranto
tiene aliento de légamo y pantano.

Nada es igual... paréceme tan triste
desandar esta senda ya trillada
sin escuchar tu voz de campanario.
¡Hay una inmensa soledad de llano!
y la inquietud que hiere y me desvela
desvencija el horcón de la ansiedad.

La tarde es un presagio que desciende
como un telón de nubes sin encajes
y un médano esparcido por el viento
ciega mis ojos lerdos por la espera.
Luego cae la noche con sus sombras,
restallan las cigarras y los grillos
atolondran la paz de los rincones.

Tu nombre reverbera en mi memoria,
mientras beso tus labios y tus manos
y tú me besas todo el pensamiento
y el corazón doliente me consuelas.

Hoy, a pesar de toda esta tristeza
y del desasosiego que me abruma,
siempre acudes a mí, siempre me miras
con tus ojos colmados de piedad…


ELHI DELSUE
24.08.2012

20 junio, 2012

La Búsqueda | The Search

LA BÚSQUEDA
(Cuartetos con rimas asonantes continuas | Por Elhi Delsue ©)


Ilustración de Paul Gustave Doré

"La fe es un oasis en el corazón,
que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento"

Khalil Gibran

I

Te busqué en el andén del infinito,
en la contemplación, en los misterios,
en la sal de una lágrima, en el miedo,
en el blanco marfil de los sonidos.

Te busqué en el Jardín de los Olivos,
en los treinta denarios, en el diezmo,
en el agua, en el polvo y en el fuego,
en la duda, en el Credo, en el delirio.

Te busqué en el Estigia del abismo,
en los ojos profundos del Barquero,
en la piedad y en el conocimiento,
en la guerra y la paz, en el olvido...

¡Nunca pude encontrarte, Padre mío!,
tal vez porque no quise ni un momento
abrirte el corazón de amor confeso
y quedarme a la sombra de tu abrigo.

II


Te busqué más allá de mis conflictos,
en la greda inmortal del Alfarero,
en lo insignificante, en lo supremo

en la tierna inocencia de los niños.

Te busqué en la virtud y el sacrificio,
en la fragilidad de los ensueños,
en todos mis otoños, mis inviernos,
en la consagración del pan y el vino.

Te busqué en el sagrario del destino,
en la lengua blasfema del poseso,
en el humo fragante del incienso,
en la tribulación de los caídos.

¡Nunca pude encontrarte, Padre mío!
Eres la flor que brota entre los brezos,
el albedrío gris de lo imperfecto,
una piedra rodando en los sentidos…





20.06.2012

16 junio, 2012

Personales I | Personal I

(Endecasílabos silvestres)




Yo no nací para la hipocresía.
No sé entonar postizas alabanzas,
ni preciso de un trono, ni me siento
a la diestra de jueces o gigantes.
Aborrezco los cepos en las manos,
la falsa adulación, el egotismo;
yo soy ese gorrión que alzando el vuelo
desafía a los vientos y a las nubes,
el que trina a pesar de su tristeza,
el que elevó su voz hasta la cima
y no temió caer porque en el suelo
sus alas aprendieron a ser fuertes.
Yo no nací para instigar al odio:
mi motivo mayor es el amor;
por él he perdonado a tantos Judas
que vinieron al huerto a darme un beso.
Tengo mucho de árbol y de libro,
algo de anciano, la ilusión de un niño,
poco de ángel, mucho de demonio;
el pan de mi suplicio es la mentira,
la lis de mi conciencia la verdad.
Soy una puerta, un patio, una ventana,
una piedra de maza, una falange
de peones bravíos y de alfiles
y torres majestuosas y caballos
que surcan los escaques de la vida
sin rendirse jamás en la batalla...





16.06.2012

16 mayo, 2012

La llama inmortal | Immortal Flame

"Una aproximación al Amor..."

(Soneto alejandrino | Por Elhi Delsue ©)





Vence toda distancia, el tiempo no lo inmuta,
no finge, no se endiosa, es dulce y bienhechor,
se asquea en la maldad, no le teme al dolor,
a la paz y al perdón siempre lleva su ruta.

Es lágrima en el Gólgota, es la Cruz impoluta,
es la sal de la tierra, espada, yelmo y flor,
la lámpara del Verbo, un precepto mayor
cuya omisión revela la miseria absoluta.

¡Qué sería del mundo sin sus leves cadenas,
sin su lira divina arpando en el infierno,
si no existiese luz en su eterna amalgama!

Como un fuego sagrado recorre nuestras venas
y así como el cerezo sobrevive el invierno,
así se inmortaliza el amor en su llama.




16.05.2012

28 abril, 2012

Tú no tienes la culpa | It's not your fault



(A mi hijo, Osman Alfonso)

«El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos»
Marco Valerio Marcial - Poeta Latino

Tú no tienes la culpa, mi pequeño,
si el dolor hoy lacera mi costado,
si el cansancio al amor ha derrotado,
si un día me creí del mundo dueño.

Cada vez que te miro, evoco un sueño:
… tú crecías dichoso, yo a tu lado,
como el padre ejemplar y afortunado,
no el mísero ermitaño que hoy desdeño.

Postergando el verdugo de mi calma,
inmerso en mis angustias y mis quejas,
desando la ciudad de polo a polo.

Tú no tienes la culpa, hijo del alma,
si en el preciso instante en que te alejas
es cuando más comprendo que estoy solo.



28.04.2012

25 abril, 2012

Más allá del olvido | Beyond the oblivion

(Soneto alejandrino) | Por Elhi Delsue ©


Soneto alejandrino cuyo verso final está basado
en una adaptación de un verso del poeta cubano,
Ronel González Sánchez y su obra «Consumación de la utopía»


Fulgían en el negro de sus ojos traviesos
dos espejos mirando hacia la infinitud,
y custodias eternas de mis sueños confesos,
sus manos, como espigas de etérea juventud.

Bendije los febriles abriles de embelesos,
los soles que entibiaron su vientre, su virtud,
los últimos poemas, los primeros excesos,
el delirio de un beso de amor a plenitud.

Su recuerdo me nombra, me incita, se encariña
y abre surco en mis sienes su inocencia de niña
transfigurada en Fuente Castalia de mi musa.

Me descubro ante el tiempo, inerme y ya vencido,
porque siento sus labios, más allá del olvido,
derritiéndose obscenos sobre mi piel confusa.



25.04.2012

10 marzo, 2012

La vida | Life

(Soneto alejandrino a doble rima)


"El que no valora la vida, no se la merece."
Leonardo Da Vinci


La vida se nos muestra misteriosa y altiva,
es la fuerza, el aliento que los sueños vigora,
el sol que en un momento nos abrasa y devora;
así es la vida nuestra... impredecible, esquiva.

Es la llave maestra del destino que aviva,
de la pasión cimiento, de la gloria señora,
es un cirio en el viento, el lirio de la aurora,
la Cruz que nos adiestra, la flor que nos motiva.

La vida es luz que esplende, invalorable y pura;
no el fetiche profano de un templo sibilino
o un ídolo de lodo durmiendo en la conciencia.

Es la yunta que hiende en el alma más dura,
el fruto de lo humano, rayano a lo divino...
La vida, sobre todo, es del amor su esencia.





10.03.2012

23 febrero, 2012

Nada ni nadie | Nothing and nobody



No hay salmo que exorcice este espíritu inmundo
que me mira con ojos de efigie invulnerable
y me muestra su voz crujiendo en las escarpias...

No hay beso ni palabra que doblegue el temor
de sentirme tan solo, friolento y desnudo,
como aquella mañana que emergí victorioso
del vientre luminoso y dulce de mi madre.

No preguntes a nadie de quién son esas cruces
que hallaste germinando en medio del camino.
No lustres ni martilles el bronce enmohecido
del viejo campanario que ensordece mi alma.

No hay Neruda que ablande esta melancolía
no hay canción de Serrat, de Milanés o Silvio,
no hay un Corintios 13, ni nada que me inspire
y la delgada voz del ángel de mi guarda
es solo el croscitar de un manojo de cuervos
horrendos y sombríos desovando silencios.





23.02.2012

19 febrero, 2012

Ovinanza Nº 1

El ovillejo es una estrofa formada por diez versos de arte menor. Se compone de tres pareados octosílabos alternados con versos quebrados (tetrasílabos o trisílabos), y de una redondilla octosílaba que sigue la rima del último pareado. El último verso de la composición recoge los tres quebrados anteriores. Su estructura es, pues, la siguiente: aabbcccddc, con rima consonante.

Los primeros ovillejos conocidos son los escritos por Miguel de Cervantes, tres de ellos en el capítulo XXVII de El Quijote. Su uso se reduce posteriormente, aunque, además de recordarse los del Siglo de Oro, se escriben en el Neoclasicismo, Romanticismo (un ejemplo son los del Tenorio, de Zorrilla) y Modernismo. Unamuno escribió ovillejos sustituyendo los octosílabos por endecasílabos.

El poeta de origen argentino, Jorge Busch, es creador de una innovación semántica y estilística del ovillejo: la ovinanza. A este respecto, nos comparte la siguiente anécdota: «Yo nunca había compuesto un ovillejo -lo que me daba un poco de complejo-. Los ovillejos de Cervantes tienen la estructura, en los 6 primeros versos, de Pregunta, Respuesta, Pregunta, Respuesta... Se me ocurrió entonces que las preguntas podían ser del que trataba de adivinar, y las respuestas del que daba pistas para la adivinanza... Así surgió mi primer ovillejo, que luego fue ovinanza.»

-¿Será que no se detiene?
-Va y viene.
-¿Lo que semejante sea?
-Marea.
-¿Acaso algo nuevo ocurre?
-Aburre:
mientras la arena transcurre
cuenta los granos que pasan
solo los roces lo atrasan.
Va y viene, marea, aburre.

(El péndulo, Jorge Busch)
04.02.2012 --

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(Siguiendo el rumbo de Jorge Busch)

Tiene en su casco y petral
metal;
es su oscuro corazón
carbón
y su piel suave y ligera
madera.
Elegante cual palmera,
de los folios compañero,
universal y pionero:
metal, carbón y madera...

(El lápiz, Elhi Delsue)
19.02.2012--

17 febrero, 2012

Job (III Parte)

JOB
Tercera Parte. Job 38:36 - 39:25
(Paráfrasis poética en alejandrinos blancos)

Esta es la tercera y última entrega de esta paráfrasis poética
en alejandrinos blancos basada en el Libro de Job, capítulos 37:14 al 39:25.


Su esposa le imprecaba: ¡maldice a Dios y muérete!
Sus amigos trataron de quebrantar su fe...



Escucha, amado Job, las cosas que te digo;
detente y reflexiona sobre las maravillas
que en su gracia infinita ha creado el Señor:


¿Quién dio sabiduría al corazón del hombre
o quién inteligencia le dio al entendimiento?

¿Cazarás tú la presa para el fiero león
o saciarás el hambre de sus pequeñas crías
cuando estén en sus cuevas acechando en silencio?

¿Quién es el que prepara al cuervo su alimento
cuando sus pollos claman y graznan hacia Dios
y bullen en sus nidos sin comida y errantes?

¡Oh, dime, amado Job!: ¿conoces el momento
en que las cabras dan a luz entre las breñas
o has mirado a las ciervas al tiempo de su parto?...
Se encorvan para dar a luz a sus criaturas
y paren dando grandes y estridentes bramidos;
después sanan los hijos y crecen con el grano,
salen y nunca más regresan con su madre.

¿Quién dejó en libertad al asno de los montes
o quien en un instante soltó sus ataduras?...
Le di casa en desierto y albergue en tierra estéril;
él desprecia el gentío de las grandes ciudades
y no escucha los gritos de su amo inclemente.

¿Por ventura querrá servirte el unicornio?
¿Lo uncirás con coyunda para que luego labre
sumiso en pos de ti la tierra de tus valles?
¿Te fiarás acaso de su imponente fuerza?

¿Sabrías tú al caballo dotar de valentía
o a su imponente cuello vestirlo de relinchos?
¿Le ahuyentarás acaso como a alguna langosta?...
Escucha el resoplido que exhalan sus narices,
cómo escarba la tierra y se alegra en su fuerza,
se encabrita con brío y corre con ardor
al encuentro inminente de enemigos armados.
Se burla del espanto, no recula ni teme,
jamás vuelve su rostro delante de la espada.
Contra él vibra el hierro, el ruido de la aljaba,
las lanzas y las picas, el metal y el escudo
y, lejos de asustarse, espuma y tasca el freno
--parece que quisiera sorber toda la tierra--
¡Ea, vamos allá!..., pareciera decir.
No le teme al estruendo de la guerra y clarines
no huye a la batalla, ni al clamor ni a los príncipes. (39:19-25)


Escucha, amado Job, las cosas que te digo;
detente y reflexiona sobre las maravillas
que en su gracia infinita ha creado el Señor.





17.02.2012

16 febrero, 2012

Job (II Parte)

JOB
Segunda Parte. Job 38:15-31
(Paráfrasis poética en alejandrinos blancos)

Esta es la segunda entrega de un trabajo en alejandrinos blancos
basado en el Libro de Job, capítulos 37:14 al 39:25


«Job and his friends», obra del ilustrador francés, Gustave Doré.


Escucha, amado Job, las cosas que te digo;
detente y reflexiona sobre las maravillas
que en su gracia infinita ha creado el Señor:


Quedarán los impíos sin gloria ni esplendor
y su poder excelso les será arrebatado.

¿Te has adentrado acaso en la hondura del mar
o paseado un día por su abismo insondable?

¿Se te han abierto acaso las puertas de la muerte
o has llegado hasta aquellas entradas tenebrosas?

¿Conoces el camino que lleva hacia la luz
y en qué lugar están guardadas las tinieblas,
a fin de que pudieras conducir a ambas cosas
a sus propios lugares como quien ya conoce
el camino que lleva a sus habitaciones?

¿Sabías desde antes que habrías de nacer
o conoces el número exacto de tus días?

¿Por ventura conoces los silos de la nieve
o has mirado tal vez dónde guardo el granizo,
los cuales tengo siempre dispuestos para usar
el día de la guerra, la angustia y la batalla?

Explícame en qué forma se propaga la luz
o cómo se reparte el calor de la tierra.

¿Quién repartió conductos al furioso turbión
y señaló el camino al trueno y al relámpago
para llevar la lluvia a la tierra desierta
y al saberla sedienta, erial e inhabitable,
hizo sobre la hierba que nacieran renuevos?


Dime ¿quién es el padre del rocío y la lluvia?
y la helada del cielo... ¿sabes quién la engendró?

¿Podrás tú por ventura atar o detener
las brillantes estrellas que nacen de las Pléyades
o trastocar el giro del prominente Orión?


Escucha, amado Job, las cosas que te digo;
detente y reflexiona sobre las maravillas
que en su gracia infinita ha creado el Señor.





16.02.2012

Job (I Parte)

JOB
Primera Parte. Job 37:14 - 38:13
(Paráfrasis poética en alejandrinos blancos)

Esta es la primera entrega de un trabajo en alejandrinos blancos
basado en el Libro de Job, capítulos 37:14 al 39:25


Santo Job, del pintor francés León Bonnat (1880) Museo del Louvre, Paris.


Escucha, amado Job, las cosas que te digo;
detente y reflexiona sobre las maravillas
que en su gracia infinita ha creado el Señor:


¿Sabes tú por ventura cuándo ha mandado Dios
a las lluvias que hiciesen aparecer la luz
en hermoso concierto sobre su blanca nube?
¿Acaso averiguaste cuáles son sus caminos
y la ciencia perfecta de aquel que las gobierna?

¿No es así que se ponen calientes tus vestidos
cuando en la tierra cae el sol del mediodía?

¿Acaso fabricaste junto con él los cielos
tan sólidos y estables cual espejos de bronce?

¿Quién es ese que envuelve mis preciosas sentencias
con palabras nacidas de la misma ignorancia?

Ciñe ahora tus lomos como varón y dime:
¿En dónde te encontrabas cuando eché los cimientos
de la tierra que habitas? ¿Quién tiró sus medidas?
¿Quién asentó la piedra angular de sus bases
cuando me enaltecían en el cielo los astros
y estallaban en voces de júbilo los ángeles?

¿Quién al mar le dio diques cuando se derramaba
por fuera como un hijo del vientre de su madre?,
por vestidura suya yo le puse las nubes,
como a un niño en pañales lo envolví con tinieblas
y fijé sobre él mis decretos y límites
y díjele: ¡Hasta aquí llegarás nada más!
¡Aquí quebrantarás la hinchazón de tus olas!

¿Has podido algún día de tu vida en el mundo
poner a la mañana o al alba en su lugar?

¿Has cogido en tus manos la tierra y sacudídola
a fin de eliminar de ella a los impíos?...


Escucha, amado Job, las cosas que te digo;
detente y reflexiona sobre las maravillas
que en su gracia infinita ha creado el Señor.






16.02.2012

03 febrero, 2012

Me Dicen Poeta | They tell me poet





Porque puedo domar alguna estrella
con un lazo de luz, o cincelar
el silencio de mármol de tus labios;
porque la soledad de mí se apiada
y me puebla de numen y de espantos
mientras clavo mis alas en su espalda...
me dicen poeta.

Porque llevo prendido un lirio azul
en todas las vasijas de esta noria
que alborota mi sangre y me desvela;
porque vivo mi muerte postergando,
envidiando a los ríos y a las aves,
porque canto a la vida y a la tierra...
me dicen poeta.

¡Si tan sólo supieran!...

Yo no sé seducir metáforas audaces,
ni trocar los tizones de mi verbo
en prístinos diamantes.

Sólo tiño de añil estos pendones blancos,
sin conocer siquiera el color de tus ojos,
ni a qué saben tus besos, ni cómo fue la brisa
a pronunciar tu nombre.

Yo no puedo beberme un lóbulo de sol,
ni comprender la noble paciencia de la oruga,
ni entender porqué siempre las palomas
se ensañan con la paz de las estatuas.

Yo no concibo el mar sin su luz ni su olor,
ni comprendo qué piensa la rosa de la espina,
ni la cruz del tormento,
ni el perdón de la cruz,
ni el beso del perdón,
ni la herida del beso,
ni la sal de la herida,
ni el agua de la sal,
ni la roca del agua...

¡Yo no soy un poeta!... soy tan solo
un halo diminuto de su sombra...


 03.02.2012

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